El séptimo grado es una etapa crucial en la transición de la preadolescencia. Se enfoca en satisfacer las necesidades de desarrollo emocional, social y cognitivo de los estudiantes a medida que atraviesan esta fase de transición. Se les brinda apoyo en la construcción de relaciones saludables, la resolución de conflictos y la promoción de la empatía y la comprensión hacia los demás.
Se enfoca en la integración de estudios académicos rigurosos con la exploración de la historia y el desarrollo de habilidades prácticas. Además, se da importancia al desarrollo de habilidades de pensamiento crítico, el fortalecimiento de la vida emocional y social de los estudiantes y la preparación para la siguiente etapa de la adolescencia.
Se estudia la historia medieval y renacentista, centrándose en la comprensión de los eventos y las figuras destacadas de esos períodos. Los estudiantes pueden explorar la literatura, la cultura y los cambios sociales de esa época.
Se profundiza en el estudio de las matemáticas, con un enfoque en la geometría y el álgebra. Los estudiantes pueden trabajar con conceptos más abstractos, resolución de problemas y aplicaciones prácticas de las matemáticas en la vida cotidiana.
Se pueden introducir conceptos de física y química. Los estudiantes exploran las leyes y los principios fundamentales de estas disciplinas a través de experimentos prácticos y la observación directa. Se fomenta el pensamiento científico y la curiosidad por el mundo natural.
Se continúa con el estudio de la literatura, tanto clásica como contemporánea. Los estudiantes leen obras literarias más complejas y profundizan en el análisis de personajes, temas y estilos literarios. También se trabaja en el desarrollo de habilidades de escritura más sofisticadas.
Se sigue fomentando la expresión artística y musical. Los estudiantes pueden participar en actividades de dibujo, pintura, escultura y música. Se pueden explorar técnicas más avanzadas y se fomenta la creatividad individual.
Se promueve la actividad física y el desarrollo de habilidades motoras. Los estudiantes pueden participar en deportes y juegos organizados, así como en actividades al aire libre y excursiones.
Se trabaja en el desarrollo de habilidades sociales, como la empatía, la comunicación efectiva y la resolución de conflictos. Se fomenta el trabajo en equipo y la colaboración en proyectos grupales. También se abordan temas relacionados con la adolescencia y el crecimiento personal.