``La pedagogía Waldorf se basa en el profundo conocimiento del desarrollo humano, reconociendo que cada etapa de la infancia tiene su propia esencia y propósito. Los grados de la pedagogía Waldorf son como los peldaños de una escalera, que permiten a los niños ascender gradualmente hacia su pleno potencial, nutriendo su cuerpo, alma y espíritu en armonía con el mundo que los rodea.``
- Rudolf Steiner -
En el primer grado de la escuela, tratamos de llevar a cabo la tarea de sembrar las semillas del conocimiento. Les presentamos a los niños el mundo con toda su riqueza y diversidad, despertando su curiosidad y su amor por aprender. Les brindamos una base sólida en la que construir su desarrollo intelectual y emocional, cultivando en ellos un sentido de maravilla y respeto hacia la vida y todo lo que la rodea.
En el segundo grado, buscamos fomentar el desarrollo del sentimiento y la empatía en los niños. A través de historias y actividades prácticas, les ayudamos a conectar con su entorno natural y social, cultivando su aprecio por la belleza y la armonía en el mundo. Les brindamos oportunidades para explorar y experimentar, despertando su curiosidad y su capacidad de relacionarse con los demás de manera respetuosa y amorosa.
En el tercer grado, buscamos nutrir la imaginación viva y activa en los niños. Les presentamos historias y mitos de diferentes culturas y épocas, despertando en ellos un sentido de conexión con la humanidad y su herencia cultural. A través de la narración, el arte y el juego, cultivamos su capacidad de imaginar y crear, permitiendo que sus mentes se expandan y se abran a nuevas posibilidades.
En el cuarto grado, nos centramos en el desarrollo del pensamiento y la comprensión abstracta en los niños. Les presentamos conceptos más amplios y abstractos, estimulando su capacidad de pensar de manera lógica y analítica. A través de las matemáticas, las ciencias naturales y la exploración del mundo, les brindamos herramientas para comprender y apreciar la estructura y el orden inherentes en la realidad.
En el quinto grado trabajamos el balance y armonía, Camino entre la niñez y la preadolescencia. Desarrollo de procesos mentales donde la causa y efecto, la autoconciencia y la responsabilidad personal se hacen presentes. Se busca promover un equilibrio entre el desarrollo intelectual, emocional y social de los estudiantes. Se pueden explorar temas más complejos y desafiantes, para fomentar el pensamiento crítico.
En el sexto grado se enfoca en el desarrollo cognitivo y emocional del niño, preparándolo para la transición hacia la etapa de la adolescencia. El grupo de sexto grado está creciendo y comienza a tener diversos cambios, tanto físicos como anímicos y espirituales, se inician en la comunidad y comienzan a trabajar por un bien común, son observadores y críticos y experimentan constantemente buscando la causa y el efecto.
El séptimo grado es una etapa crucial en la transición de la preadolescencia. Se enfoca en satisfacer las necesidades de desarrollo emocional, social y cognitivo de los estudiantes a medida que atraviesan esta fase de transición. Se les brinda apoyo en la construcción de relaciones saludables, la resolución de conflictos y la promoción de la empatía y la comprensión hacia los demás. Se enfoca en la integración de estudios académicos rigurosos con la exploración de la historia y el desarrollo de habilidades prácticas.
El octavo grado es una etapa significativa en el desarrollo de los estudiantes, ya que marca la transición final hacia la adolescencia. Durante este año, se espera que los estudiantes tengan alrededor de 13 o 14 años de edad. Se caracteriza por un currículo más desafiante y orientado a la preparación académica. Se busca ampliar y profundizar el conocimiento de los estudiantes en diferentes áreas, al tiempo que se continúa fomentando el desarrollo emocional, social y artístico.
El noveno grado se enfoca en satisfacer las necesidades de desarrollo intelectual, emocional y social de los estudiantes, al tiempo que los prepara para la próxima etapa, la preparatoria. El idealismo en el pensar de nuestros estudiantes en esta etapa, es sano y forma parte de su vida en el día a día, donde se encuentra desprotegido y susceptible ante sus propios sentimientos y experiencias.